lunes, 10 de septiembre de 2012

Así de frágil


El pelo tuyo en el viento
Dibuja mi querer acariciarlo.
El olor a gas y las ventanas cerradas,
Una oportunidad, las llaves de la puerta.
Esta hora y las ansias de olvidarla,
A mi bandera le faltan colores.
Un suspiro en la almohada mirando el techo,
Y el libro que me mira.
Cierro los ojos y no sé si despertaré,
Porque el olor equivale a años despierto.
Escribo con el miedo de morir,
Pero atado a nada, pensando mucho.
Tu sonrisa en mi recuerdo,
Te trae hasta el cubrecama.
Donde descansa el cuerpo de la gravedad,
Los músculos y los nervios.
Sé que te importa y me callo,
Para que lo notes, pero más a mi.
De lo contrario este círculo tendría fin,
Ya me subí sin pagar, pero cobro.
Un respaldo afirma mi cabeza,
Aunque me gusta, lo rechazo.
Mezclo el porque para ocultar
Mis ganas de que entiendas lo que digo.
No me culpo, soy consecuencia,
Si me culpo, puedo sanarme pero no quiero, todavía.
Jugo de durazno, no me gusta pero lo tolero
Igual me lo tomo, porque me gusta ver que te gusta.
Dos líneas es poco, pero ya tomé la decisión,
Y no me importa que leas, pero trata de entender.
He crecido en ninguna dirección,
Pero mi camino es distinto, parece.
Soy nadie, olvidable, y quien me contradiga,
Que mire con estos ojos que ven borroso.
Huele a elevación, saltos en la agonía
De querer quedarme en ti.
Hablar de ti, después de unas comas
Y los puntos que se repiten, parece ofenderte.
Es inusitada toda esta multiforme habladuría
Que no respeta ni a quien escribe, así de frágil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario