lunes, 10 de septiembre de 2012

A Martina

Con mucho cariño.

A Martina...

Respirar hondo y dejarme apreciar
Como aprendes a hablar,
Respirar profundo y no llorar.
Quitas la alegría hecha nudo en el tragar.
Yo quisiera nunca dejar de verte mover,
Si con sólo oírte respirar se me eriza la piel,
No concibo otro ser con tal simpleza
Que logra tu miel existencia.
Será que la vida ya no puede ser sin ti
Pequeña oportuna,
Tus movimientos brillan en mí ser como luna,
Entiendo y siguiendo tú paso,
Sólo puedo guiarlo, cuidarlo y
Apreciar, como si bailaras al andar.
Complaciente es tu llanto
Por ser yo quien pudiera calmarlo,
Cuantas veces te soñé en mis brazos.
Sin tenerte parecía todo distinto,
Que ni me acuerdo,
Que no hay pasado, que no hay ‘sin ti’.
Cómo no saberlo, como no imaginar cuantas alegrías
Traerían tus líneas de color,
Cuantos lindos ‘porque’ diría por ti.
Mirada de mar, mirada de eternidad,
Tu voz suena a viajes.
A mi aprendizaje.
Podría nacer nuevamente y te elegiría como mi compañía
Y existirías y te querría.
Hiciste que conociera lo hermoso de sentirme bien
Pequeña serena, pequeña violeta,
Me haces ver más allá.
Cuanta espera recompensaste con tus sonrisas
Cuantas penas aliviaste con tu despertarme
Cuanto mal sanaste con tu crecer en mi vida
Y si mirarme fuera tu simple misión,
Sería lo que más agradecería, por ser tú, pequeña mía,
La inmensidad misma, motivo de mi vida…

1 comentario:

  1. Hermoso...
    "Cuánto mal sanaste con tu crecer en mi vida"
    Un verso con una verdad enorme.
    De cuánto nos salvan los hijos solo con existir!

    ResponderEliminar